Tipología
Principal Dólmenes Menhires Círculos Líticos

 

Fig. 1. Marco do Camballón

Dolmen Simple

Fig. 2. Dombate

Dolmen de Corredor

 

Fig. 3. Fornela dos Mouros

Cista

         Los monumentos megalíticos gallegos son de tres tipos: dólmenes, menhires y círculos líticos (cromlechs).

Dólmenes

    Son los más numerosos e importantes y tienen un carácter funerario, pues son lugares de enterramiento colectivo, aunque la acidez del suelo gallego impide que hayan llegado hasta nosotros restos óseos. Cumplen además otras funciones no menos importantes, como marcadores de un territorio determinado que singulariza a la comunidad o a la colectividad que los ha levantado, por lo que en numerosas ocasiones se sitúan en lugares elevados o cerca de corrientes de agua.

    Como nota a destacar en las construcciones existentes en Galicia, hay que señalar la ausencia de galerías cubiertas, tan características de Cataluña o de algunos lugares de Andalucía, donde no se observa una clara diferenciación entre la cámara y corredor.

    Seguidamente, y de forma sencilla, hacemos una clasificación de los dólmenes gallegos, aunque corresponde a los arqueólogos hacer una sistematización más compleja ya que se han descrito tipos de enterramiento en los que los cadáveres se depositaban directamente en el suelo, sin ninguna cobertura encima o tapados por una única piedra sobre la que se levantaba el túmulo.

    Los dólmenes gallegos presentan entre si varias diferencias:   

Dólmenes Simples

    En las excavaciones de esta clase de megalitos han aparecido ajuares en los que predominan las puntas de flecha, las hojas de silex, los microlitos, las cuentas de collar de variscita y algún pequeño resto de cerámica. Surgen alrededor del año 4.000 A.C.

Dólmenes de corredor

    Aparecen una segunda etapa que va desde el 3.500 al 2.700 A.C. Son las formas más hermosas del megalitismo en Galicia. Generalmente tienen planta poligonal aunque en algunos casos tienen tendencia circular. En Galicia se conservan magníficos ejemplos, como el de Dombate (Fig. 2).

    El corredor está en muchos casos cubierto y claramente diferenciado en alzado respecto a la cámara megalítica, como sucede en la Casa da Moura en Queguas (Ourense) o la Casa dos Mouros en Vimianzo (A Coruña). 

    Los ajuares son similares a los encontrados en los dólmenes de la fase anterior, si bien los útiles de piedra pulimentada evolucionan hacia formas más complejas y son más abundantes los restos cerámicos.

Cistas Megalíticas

    Representan el período más tardío, la fase final del megalitismo gallego que va del 2.700al 2.000 A.C. Suelen ser de planta rectangular y tener sólo una losa de cubierta.

   Son hermosos ejemplos de esta clase de monumentos la Casota de Berdoias en Vimianzo (A Coruña) o la Fornela dos Mouros en Laxe (A Coruña), cuya planta aparece en la figura 3.

Menhires

   Son piedras hincadas de difícil atribución cronológica, con una función ritual que nos es desconocida. Hasta la fecha sólo dos parecen ser auténticas: la Lapa de Gargantáns en Moraña (Pontevedra) y la Pedrafita de Cristal en Ribeira ( A Coruña).

   Para establecer su antigüedad lo mejor es comprobar si están en relación con dólmenes, ya que en muchas ocasiones no pasan de ser meras piedras destinadas a marcar límites o cruces de caminos, si bien han podido ser levantadas en épocas muy antiguas.

Círculos Líticos

   Su presencia en Galicia es prácticamente inexistente. El arqueólogo Federico Maciñeira dio a conocer en l894 dos círculos que existían en A Mourela en As Pontes (A Coruña), destruidos unos años después para aprovecharlos para hacer el firme de una carretera próxima. El mayor de ellos (ver dibujo) tenía un diámetro de 20,5 m y estaba formado por pequeñas piedras cuya altura oscilaba entre los 30 y los 60 cm. Su puerta de acceso, orientada hacia el sudeste, estaba flanqueada por dos bloques de cuarzo, de casi un metro de altura.

   Actualmente sólo se considera un auténtico círculo lítico, el de O Freixo en As Pontes (A Coruña),ya que la mayoría de los investigadores consideran que el círculo de Prao das Chantas en O Valadouro (Lugo) es una realización más moderna.


Círculo Lítico de A Mourela (Desaparecido).

    Los modernos métodos de datación como el Carbono 14, la Dendrocronología, o la Termoluminiscencia han permitido que cronológicamente podamos situar el fenómeno megalítico gallego entre los 4.200 y 2.000 A.C., por tanto en una etapa que comprende desde el neolítico hasta el calcolítico final. 

    El análisis del paleosuelo que se puede estudiar durante una excavación permite el conocimiento de diversos aspectos de la vegetación de la época en que fueron construidos los megalitos.