Fértiles tierras del río Navia

Boal es una sucesión de montes y valles orientados principalmente hacia el río Navia, gran arteria fluvial que nace en los Ancares de Becerreá y va regando tierras y gentes hasta fundirse con el mar Cantábrico en su villa homónima. 

La principal economía gandera de la comarca encuentra unas condiciones naturales idóneas en los parajes de Boal, configurados por altas montañas y fértiles valles. En la sierra de A Bobia se alcanza la mayor altitud de Britonia con 1201m., ofreciendo vistas a las tierras de Eilao y Vilanova de Oscos. Más es el septentrional Pico de Penouta con 899 m.  que ofrece el mejor panorama de la Galicia oriental desde Burela hasta el Cabo Peñas en Asturias. 

Los amantes de la pesca pueden disfrutar de su deporte favorito en los hermosos paisajes de los ríos Navia y Frouseira. El Navia es aprovechado para producción eléctrica en los embalses de Doiras y Arbón, aptos para la práctica de deportes náuticos.
 

La Feria de la Miel de Boal

Los naturales montes y praderas de Boal son la llave del sabor delicioso y característico de la miel producida en estas tierras. Para exaltar su rica y sana miel, Boal celebra cada Otoño la Feria de la Miel, festividad gastronómico-comercial de gran popularidad y originalidad. 

Boal conserva un importante legado histórico-etnográfico como dan buena muestra las pinturas encontradas en la Cueva de la Frouseira, en Doiras, o los restos de los castros de La Escrita y de Pendía, este último de alto interés tanto por su localización como por su conservación. 

En lo que respecta a la arquitectura popular cabe destacar los originales  hórreos de las tierras de Boal, y en la arquitectura civil sobresalen el puente de Castrillón, en el embalse de Arbón, y los ejemplos del siglo XVIII del pazo de Berdín en Doiras, el pazo y capilla de Prelo, y  el conjunto arquitectónico de Serandinas. 
 

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